Cristo es el camino y la puerta. Cristo es la escalera y el vehículo. Es el propiciatorio colocado sobre el arca de Dios. Es "el misterio escondido desde siglos"
(San Buenaventura)

11.12.11

Madre Maravillas de Jesús



Nació en Madrid (España) el 4 de noviembre de 1891, siendo la menor de cuatro hermanos. Fue bautizada ocho días después en la parroquia de San Sebastián con el nombre de María Maravillas Pidal y Chico de Guzmán.
Su padre fue el señor Luis Pidal y su madre doña Cristina Chico de Guzmán, Marqueses de Pidal. Su padre fue primero Ministro de Fomento y más tarde, embajador de España ante la Santa Sede.
Recibió una educación selecta y al mismo tiempo, de profunda religiosidad católica, por lo que siempre mantuvo un deseo de servir a Dios y a los hombres desde la pobreza y la humildad. Su profundo amor al Señor hizo que se decidiera el 30 de mayo de 1913, con tan sólo veintiún años, a realizar voto perpetuo de castidad en la intimidad de su corazón y, con él, confirmar su deseo de hacerse carmelita.
El anhelo de amar con locura al señor y corresponderle con excesos al infinito amor a Cristo, le llevó a entrar en el Carmelo del Escorial (Madrid) el 12 de octubre de 1919. Tomó el hábito en 1920 e hizo su primera profesión en 1921. Tenía mucha devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
De sus largas vigilias ante el Sagrario en el convento de El Escorial recibe la inspiración de fundar un carmelo en El Cerro de los Ángeles, donde se había erigido un monumento al Sagrado Corazón en 1919 y se había consagrado a Él la nación. El 19 de mayo de 1924 la Hermana Maravillas y tres religiosas del convento de El Escorial, se instalaron provisionalmente en una casa de Getafe, para seguir de cerca el desarrollo de las obras del convento. El 30 de mayo de 1924 hace su profesión solemne, y en junio de 1926 es nombrada Priora de la Comunidad del convento de El Cerro (Madrid), que es inaugurado el 31 de octubre de 1926.
Con la llegada de la Guerra Civil en España (1936), las Carmelitas se ven obligadas a abandonar el convento, llegando a Las Batuecas (Salamanca), donde fundó un nuevo carmelo. Finalizada la contienda (1939) regresan al Cerro de los Ángeles. Gracias a Dios, aumentan las vocaciones y, con ellas, surgen fundaciones de nuevos carmelos tanto en España como en el extranjero:Kottayam (India), Mancera, Duruelo, Cabrera, Arenas de San Pedro, San Calixto, Aravaca, Montemar y La Aldehuela, entre otros.
Su gran caridad hizo que siempre se interesara por los problemas de los demás y se esforzaba por solucionarlos. Desde la clausura de La Aldehuela fundó un colegio para niños pobres, e hizo construir una barriada con numerosísimas casas y una Iglesia.
Santa Maravillas murió en el Carmelo de la Aldehuela el 11 de Diciembre de 1974.
Fue beatificada en Roma por Juan Pablo II el 10 de Mayo de 1998 y canonizada por el mismo Papa el 3 de Mayo de 2003 en Madrid.
 
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Pensamientos:

AMOR DE DIOS

“Veo al Señor cargado de los tesoros de su amor y necesitando almas vacías donde poder depositarlos”.
“Sólo en el cielo podremos comprender todo cuanto el Señor ha hecho por nosotros”.
Todo nos puede faltar. Todos los otros amores un día nos faltarán, pero el de su Corazón no nos faltará jamás”.
“El Señor bien conoce nuestra miseria, que de ella es caer y de su misericordia perdonar”.
“¿Quién puede amarte y procurar tu bien con el amor con que él te ama y con el poder y la bondad con que él lo procura?”
“¿Qué será ver a Dios cara a cara y poseerle para siempre? ¡Qué buenísimo ha sido dejándonos conocer esto poquísimo que conocemos de él!”
“¡Qué misterio de amor! Esa unión que tendremos, por su misericordia, en el cielo, empieza ya de verdad en la tierra”.
“Mire si nos ha amado, que no ha podido esperar al cielo para unirse con el alma”.
“El amor del Señor no tiene límites, que no lo tenga tampoco el nuestro”.
“No hay más que vivir de fe, y entonces ya todo resulta fácil, porque viéndole con nosotros tan bueno, tan lleno de amor, tan pendiente del nuestro, ¡quién no vivirá sólo para él y le amará con locura!”
“El pensar, como decía nuestra Santa Madre Teresa, que vamos a ser juzgados por quien con tanta razón amamos, es para deshacerse de agradecimiento, ya que mucho más nos ama él”.
“En el último lugar quiso estar Cristo en su casita de Nazaret y en la tierra, pues más último lugar que morir ajusticiado no puede haber. Fue por nuestro amor”.

AMOR A DIOS

“La mayor felicidad de la tierra, que nada nos puede quitar, consiste en unirse a Dios y cumplir su voluntad amándole y sirviéndole”.
“Cuando las cosas se hacen por Dios, ¡qué tranquilidad da todo lo que pueda pasar!”
“Cada vez comprendo más la nada de todo lo que no es Dios y siento la imperiosa necesidad de amarle y olvidarme de mí por completo para que sólo él viva en mí”.
“¿No sabe que me enamoré del Hijo de María y cada día y cada segundo me gusta más, le quiero más y más y más?”
“La verdadera felicidad en la otra vida y en ésta es la mayor unión y el mayor amor a Cristo, nuestro Bien”.
“Si le somos fieles, cada día aumenta la capacidad de amarle. ¡Qué felicidad!”
“¡Qué bueno es mi Cristo cuando da y cuando quita, y siempre!”
“Yo no quiero saber otra cosa sino amar al Señor. ¡Qué pequeño, qué nada se ve el mundo, y qué insensatas todas las luchas y deseos que hay en él!”
“Este tiempo de la vida tan corto hemos de aprovecharlo con alegría, ofreciéndole con gozo todo cuanto nos suceda, que todo es para que crezcamos en el amor”.
“Que hagamos siempre cuanto sea del agrado de nuestro Cristo bendito, que sólo tenemos esta vida para ello”.
“Hágalo todo con mucho amor a Cristo y ahí está todo”.
“Amar y sacrificarse no es muy difícil, ¿verdad?”
“¡Cómo tenemos que ser con el Señor y qué delicadezas de amor tenemos que tener; que amor con amor se paga!”
“Demos a nuestro Cristo el amor que los que no le conocen le niegan”.
“El amor será eternamente el mismo que tengamos al acabarse la vida”.
“Considerando que Dios se hizo hombre por nuestro amor, no sé cómo no nos volvemos todos locos de amor por él”.
“Si has nacido para morir de amor, ¿qué te importa todo lo demás?”
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