Mi canción de hoy (Santa Teresa de Lisieux)
“Mi vida
es un instante, una hora pasajera,
mi vida
es un momento que escapa fugitivo:
Tú lo
sabes, Dios mío, para amarte en la tierra
no tengo
más que hoy.
Oh
Jesús, yo te amo, a Ti mi alma aspira…
Tan sólo
por un día, sé Tú mi dulce apoyo:
Ven y
reina en mi alma y dame tu sonrisa,
tan sólo
para hoy.
¿Qué me
importa, Señor, del porvenir sombrío?
¿Rogarte
por mañana? Oh no, yo no lo puedo.
Conserva
mi alma pura; cúbreme de tus alas,
tan sólo para hoy.
Si
pienso en el mañana, temo por mi inconstancia,
siento
que en mi alma nacen tristeza y desaliento,
mas, sí,
Dios mío, quiero sufrir y ser probado
tan sólo
para hoy.
¡Pan
vivo, pan del cielo, divina Eucaristía,
oh
misterio sublime que el amor inventó!
Ven y
mora en mi alma, Jesús, mi blanca Hostia,
tan sólo
para hoy.
El
racimo de amor, con las almas por granos,
sólo
formarlo puedo en este día que huye…
¡Oh!
Dame, Jesús mío, de un apóstol las llamas,
tan sólo
para hoy.
Pronto
quiero volar para contar sus glorias
cuando
el sol sin poniente me dará su fulgor:
entonces
cantaré con la lira del ángel
un sempiterno hoy”