Cristo es el camino y la puerta. Cristo es la escalera y el vehículo. Es el propiciatorio colocado sobre el arca de Dios. Es "el misterio escondido desde siglos"
(San Buenaventura)

7.11.17

María Mediadora de Todas las Gracias


Honra a esta devoción a Nuestra Señora como un agente de la cooperación en el plan de Dios de la Encarnación de Jesucristo a la Redención. María era el intermediario entre Jesús y San Juan Bautista, él santifica antes de su nacimiento. Ella fue quien pidió a Cristo  hacer su primer milagro en las bodas de Canaán, delante de su vida pública que había comenzado.

Durante la Pasión, ella lo siguió en cada paso de su sufrimiento, nos muestra que se asoció en la misión de reparación por los pecados de la humanidad. Después de la resurrección, el Espíritu Santo descendió sobre ella primero, y luego a los Apóstoles, demostrando que ella era la mediadora de las gracias para la Iglesia naciente. Por su maternidad divina María se convirtió en co-Redentora, asumiendo el papel de Mediadora de todas las gracias.

En 1921 el Papa Benedicto XV instituyó el 08 de noviembre como el día de la fiesta de Nuestra Señora Mediadora de Todas las Gracias.

Un texto de San Luis Grignion de Montfort expresa admirablemente esta verdad:

"Sólo María halló gracia delante de Dios (Lucas 1:30) y sin la ayuda de cualquier otra criatura. Después de ella, todos los que hallaron gracia ante Dios la encontró sólo a través de ella. María llena eres de gracia, cuando el Arcángel Gabriel  le saludó ella ( Lucas 1:28), y estaba llena de gracia hasta rebosar cuando el Espíritu Santo tan misteriosamente cubrió con su sombra (Lucas 1:35).

"Día a día, momento a momento, se incrementó tanto esta doble plenitud que alcanzó un inmenso e inconcebible grado de gracia. Tanto es así, que el Todopoderoso hizo de ella el único custodio de sus tesoros y única dispensadora de todas sus gracias, para ennoblecer a ella, exaltan y enriquece todo lo que ella quiera. Ella puede guiarlos por el camino estrecho hacia el Cielo y guiarlos a través de la puerta estrecha a la vida. Ella puede dar un trono real, el cetro y la corona a quien lo desee . Jesús es siempre y en todo el fruto y el Hijo de María, y María está en todas partes como el verdadero árbol que lleva fruto de la vida, la verdadera Madre que lleva ese Hijo. "" (Verdadera Devoción a María, n. 44)

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