fuente de la foto: http://traslospasosdemaria.blogspot.com
HISTORIA DE LA VIRGEN DE LAS FLORES
La tradición cuenta como en la periferia de Bra, sobre el camino que hoy conduce a Turín, donde convergían dos senderos para proseguir en una sola calle sobre la zona poblada, se alzaba un pilar que custodiaba dicha zona con la imagen de la virgen sobre él. En la tarde del 29 de Diciembre de 1336 una joven de Bra, EGIDIA MATHIS, próxima a ser madre, se encontraba en este lugar cuando tuvo un encuentro desagradable. Dos soldados estaban junto al pilar con malas intenciones. EGIDIA al advertir el peligro invoca en alta voz a la virgen y cae de rodillas. Súbitamente desde el pilar se irradian unos rayos de luces destellantes que al percibirlos, los soldados presos de miedo se fugaron, mientras EGIDIA ve aparecer sonriente a la virgen que maternalmente la conforta. Producto de la tensión y la emoción conjunta recibida da a luz mientras entorno al pilar los ciruelos silvestres que lo circundaban florecieron imprevistamente como si le cantaran a la virgen por el privilegio de su aparición. EGIDIA envuelve al niño y se dirige al centro de Bra para comunicar a todos el prodigio. Los habitantes desde su colina pudieron contemplar el milagro de cómo el ciruelo con sus ramas esqueléticas y sin hojas, aparecía como vivificado de un soplo de primavera. El hecho era real, indiscutible y como tal continua renovándose cada año en la misma época invernal, con su sorprendente misterio. De este suceso nace el nombre de Virgen de las Flores. La comunidad de Bra señala sólo tres ausencias de floración: la primera en diciembre de 1877 cuando entró en agonía Pio IX, el Papa que promulgo el dogma de la inmaculada Concepción. Y las otras dos en el invierno de 1914 y 1939, vigilia de la primera y segunda guerra mundial. En 1626 se erige un Santuario con el nombre de la Virgen de las Flores, que cada 8 de septiembre celebra sus fiestas patronales.
La tradición cuenta como en la periferia de Bra, sobre el camino que hoy conduce a Turín, donde convergían dos senderos para proseguir en una sola calle sobre la zona poblada, se alzaba un pilar que custodiaba dicha zona con la imagen de la virgen sobre él. En la tarde del 29 de Diciembre de 1336 una joven de Bra, EGIDIA MATHIS, próxima a ser madre, se encontraba en este lugar cuando tuvo un encuentro desagradable. Dos soldados estaban junto al pilar con malas intenciones. EGIDIA al advertir el peligro invoca en alta voz a la virgen y cae de rodillas. Súbitamente desde el pilar se irradian unos rayos de luces destellantes que al percibirlos, los soldados presos de miedo se fugaron, mientras EGIDIA ve aparecer sonriente a la virgen que maternalmente la conforta. Producto de la tensión y la emoción conjunta recibida da a luz mientras entorno al pilar los ciruelos silvestres que lo circundaban florecieron imprevistamente como si le cantaran a la virgen por el privilegio de su aparición. EGIDIA envuelve al niño y se dirige al centro de Bra para comunicar a todos el prodigio. Los habitantes desde su colina pudieron contemplar el milagro de cómo el ciruelo con sus ramas esqueléticas y sin hojas, aparecía como vivificado de un soplo de primavera. El hecho era real, indiscutible y como tal continua renovándose cada año en la misma época invernal, con su sorprendente misterio. De este suceso nace el nombre de Virgen de las Flores. La comunidad de Bra señala sólo tres ausencias de floración: la primera en diciembre de 1877 cuando entró en agonía Pio IX, el Papa que promulgo el dogma de la inmaculada Concepción. Y las otras dos en el invierno de 1914 y 1939, vigilia de la primera y segunda guerra mundial. En 1626 se erige un Santuario con el nombre de la Virgen de las Flores, que cada 8 de septiembre celebra sus fiestas patronales.
En 1933 se construye un Santuario nuevo, dedicando el anterior a casa de oración.
En la Iglesia particular de Morón, Buenos Aires, Argentina hay un templo dedicado a esta advocación que celebra sus fiestas patronales en septiembre, primavera argentina.